martes, 8 de diciembre de 2009

Era de noche. Una brisa fresca y suave soplaba a nuestro alrededor, disipando ligeramente del olor a heces que nos perfumaba. Ascendimos por una calle adoquinada y comenzamos a cruzarnos con parejas enamoradas y otras que se cargaban de reproches, y entonces comprendimos: Estábamos en una región de la papelera que recreaba Colonia del Sacramento, la ciudad más romántica del mundo, a donde van a parar las parejas que recién se conocen y las que están al borde del divorcio "tomándose un fin de semana para charlar a solas".

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