miércoles, 13 de mayo de 2009

Diario de un Seductor. (Parte3)

Lo que tengo que hacer ahora es, por una parte, disponer todo para poner en cuarentena el noviazgo, y así asegurarme un vínculo más bonito y significativo ; por otra parte, utilizar lo mejor que pueda el tiempo para gozar de todo el encanto, de toda la amabilidad de la que le ha dotado la naturaleza, gozar de ella, pero con reserva y circunspección, para impedir que algo sea tomado antes de tiempo. Una vez que haya dispuesto todo de forma que ella haya aprendido qué siginifica amar y qué significa amarme, entonces el noviazgo, como forma imperfecta, se romperá, y ella me pertenecerá. Otros, cuando llegan a la conclusión de no tener otra perspectiva mejor que un matrimonio aburrido para toda la eternidad, se hacen novios. Así hacen otros.Todo está aún en el statu quo anterior, pero ningún novio puede ser más feliz que yo, ningún avaro que haya encontrado un tesoro puede estar más contento. Me embriago pensando que ella está en mi poder. ¡Una pura, inocente femineidad, diáfana como el mar y como éste melancólica, sin la más mínima sospecha de amor! Ahora ella tiene que aprender el poder del amor. Como una hija de rey que desde una choza es llevada al trono de sus padres, también ella debe ser elevada a ese reino al que pertenece. Y yo promoveré esto. Una vez que haya aprendido a amar, aprenderá a amarme; una vez que haya resuelto la regla, se someterá al paradigma, que soy yo. Una vez que haya advertido toda su capacidad de amar, la utilizará para amarme, y cuando sienta que ha aprendido a amar por mí, me amará el doble. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario