jueves, 8 de enero de 2009

habiendo dormido finalmente, me había puesto a pensar en la situación que se había creado, cuando surgió en mi consciente una idea que me pareció entonces totalmente absurda; ahora bien, después de haber constatado inopinadamente ciertos hechos ignorados hasta entonces por mí, y al haber comprendido su sentido en el curso de estos últimos siete meses, hoy estoyc ompletamente convencida que esta idea era justa. Cuando ocurrió esta tercera herida, yo no tenía a mi lado sino a un hombre, y éste era muy débil. Como lo supe más tarde, él se dio cuenta que las condiciones circundantes corrían el riesgo de tener para mí efectos muy indeseables.

No hay comentarios:

Publicar un comentario