lunes, 29 de diciembre de 2008

Ahí están ustedes los defensores de la ley moral, impávidos, ajenos. Censuran al ebrio, sienten resulta por el loco, pasan de largo como un cura, y como los fariseos, agradecen a Dios por no haberlos hechos como a ellos. Mas de una vez estuve en aquella situación pero mis pasiones nunca estuvieron tan lejos de la locura y no me arrepiento ni de lo uno ni de lo otro.Porque a mi manera he aprendido a comprender que a todos los hombres capaces de hacer algo extraordinario, algo imposible, siempre se los califico de ebrios y locos aun en la vida normal es insoportable escuchar como casi todos exclaman “ese hombre esta borracho, está loco” .Solo por haber realizado algo medianamente noble o generoso.

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