miércoles, 13 de mayo de 2009

Diario de un Seductor.

Si tuviese una amiga a la que pudiese confiarse abiertamente, le diría: «No entiendo lo que significa todo esto. Él tiene algo que me atrae, pero no tengo la menor idea de qué es. Él ejerce sobre mí una gran fascinación, pero en realidad no lo amo y quizá no consiga nunca amarlo; sin embargo podría aguantar vivir con él e incluso ser verdaderamente feliz, ya que en realidad no pretende mucho, sino que aguante vivir con él » él quizá pretende mucho más, y a cambio exige menos constancia... El noviazgo es la más ridícula entre todas las cosas ridículas. El matrimonio, por lo menos, tiene un sentido, aunque ese sentido me resulte molesto. El noviazgo es pura invención del hombre y en realidad no hace ningún honor a su inventor. No es ni carne ni pescado, y es al Amor lo que el uniforme del bedel es a la cátedra del profesor. Pues ahora yo pertenezco a este noble grupo. Y tiene su importancia, ya que, como dice el brigada, para tener derecho a juzgar a los artistas basta con ser artista. ¿Un novio no es también un artista de harén?

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