lunes, 9 de febrero de 2009

"El hombre es la medida de todas las cosas, de las que son en cuan- to que son, y de las que no son, en cuanto que no son".todo, incluso el propio hombre, cambia, si todo está en continuo movimiento, nada nos puede parecer lo mismo, ni los hombres ni las cosas tienen una entidad propia, sino que se medirán en relación con las demás. Por el contrario,todas las cosas poseen un propio ser consistente, que son en sí y con relación a su propio ser conforme a la naturaleza y, en última instancia, la medida no puede residir en el hombre, puesto que no es más que un ser frágil que está a merced de potencias superiores, sino en la divinidad que es la que nos ha creado para ser un simple juguete en sus manos. una cosa no parece nunca dulce a unos y amarga a otros, a no ser que se esté enfermo o viciado, en cuyo caso hay que considerar que unos son la medida de las cosas, y otros no lo son. Lo mismo es aplicable a otras nociones como lo bueno, lo malo, lo feo, lo bello, etc. En lo que respecta a la opinión que se tenga de una cosa, si el hombre es la medida de todo, entonces la misma cosa es buena y mala, porque así puede aparecer a todos.

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