jueves, 8 de enero de 2009

¿en qué se ha convertido entonces esta sensación entera de la totalidad de mí mismo, que experimentaba antes cuando pronuncié estas palabras en estado derecuerdo de sí?¿Es posible que esta aptitud interior, adquirida al precio de tantas renuncias y automortijicaciones de todo tipo, justo hoy, que su acción sobre mi ser es más indispensable que el aire mismo que respiro, haya desaparecido sin dejar traza alguna?No; esto no puede ser.Tiene que haber otra cosa... de otra manera todo, dentro del mundo de la Razón, es ilógico.No; el poder de hacer esfuerzos conscientes y de asumir un sufrimiento voluntario no se ha atrofiado aún en mí.Todo mi pasado y todo lo que me aguarda exigen que yo vuelva a SER. Yo quiero... yo volveré a ser.Con mayor razón que mi ser es necesario no sólo para mi egoísmo personal, sino para el bien de toda la humanidad. Mi ser en realidad es más necesario a los hombres que todas sus satisfacciones y toda su dicha de hoy en día.Yo todavía quiero ser... Yo todavía soy. Debido a la insondable ley de asociaciones del pensamiento humano casi todos los secretos del mundo interior del hombre que han permanecido hasta ahora ignorados y de los que he tomado conocimiento accidentalmente- acaban de resurgir en mi consciente estas dramáticas reflexiones que sehabían hecho en mí, en un estado cercano al delirio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario